jueves, 16 de septiembre de 2010

Despojo 11 - Un beso para la bella durmiente

Aunque sea un solitario militante a veces necesito estar con una mujer.
Ahora ella está a mi lado en la cama. Me inclino cariñosa y lentamente sobre ella. Parece dormida, me recuerda a la bella durmiente. Como si yo fuera el príncipe del cuento, le doy un profundo beso para despertarla. Pero no se despierta.

Ya hemos acabado. La guardo en el cajón del armario. Lo que más me gusta de ella es el suave tacto de su piel. Está muy conseguido.

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