lunes, 23 de agosto de 2010

Despojo 2 - Hora Punta

El vagón estaba totalmente lleno de gente. Alargué la mano para agarrar la barra de hierro y no perder el equilibrio. Empecé a mirar a la gente que el azar había puesto a mi alrededor y observé a la chica que tenía delante pegada a mi.
No era mi tipo pero era por la mañana y mi cuerpo estaba despertando. Tuve una erección feroz e incontrolable, mientras el brusco deseo sexual me contraía bruscamente el estómago y casi me mareaba.
En pocos segundos recobré el control y la verguenza provocó que me ardieran las mejillas y me pusiera rojo. Era difícil, pero conseguí poner el maletín del ordenador portátil delante de mi entrepierna. No sé si ella notó algo.

En la siguiente estación se bajó todo el mundo y me quedé solo en mitad del vagón, como un espantapájaros roto, abandonado y avergonzado pero con una intensa necesidad de aliviarme.

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