lunes, 30 de agosto de 2010

Despojo 3 - Vuvucela

El despertador sonó con el ruido de una vuvucela. Siempre lo dejo a dos metros para levantarme y no volver a dormirme. Me senté un rato en el borde de la cama con la cara apoyada entre las manos. Me levanté. Abrí la nevera. No había leche. Solo había café para una taza. Hice sitio en la mesa y me senté en el sofá. Crucé los brazos sobre la tripa y me balanceé adelante y atrás mientras me tomaba el café.

Miré en el móvil si había mensajes o correos. Nada. Solo tenía un caso. Un viejo imbécil quería que investigara si su chica sudamericana le ponía los cuernos.
Al viejo me había recomendado su nuera. Hace un tiempo ella me había contratado para seguir a un empleado que llevaba unos meses de baja. Me la follé. Tenía gracia que me contratara el viejo para ver si su chica le ponía los cuernos después de ponérselos yo a su hijo.

Me puse en marcha, iba a ser un día aburrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario